viernes, 26 de junio de 2009

La campaña electoral de Clarín y De Narváez


La campaña electoral de Clarín y De Narváez
Por:Politica&Medios
En plena discusión de la ley de Comunicación Audiovisual, los medios participan de la elección con una estrategia política propia. “Tomaron partido y han hecho campaña en contra del Gobierno”, analizó el especialista en radiodifusión, Guillermo Mastrini. Néstor Picone, de la subsecretaria de Medios, aseguró que De Narváez


“es un personaje menor de la política, y si los medios fueran democráticos, no podría jugar ni a la bolita”.


Al final de una campaña muy virulenta, Néstor Kirchner dedicó buena parte de su discurso de cierre a los monopolios mediáticos y a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La penetración de los grandes medios, y de Clarín a la cabeza, en esta elección se verá el domingo 28, pero en el marco de la discusión del reemplazo de la ley de Radiodifusión, ha sido muy marcada la posición que han tomado con respecto al gobierno.

“Como siempre los medios tomaron partido, pero fue más explícito por la discusión en torno a una posible regulación. Los grandes grupos, si no han hecho campaña por algún candidato específico, por lo menos han hecho campaña en contra del gobierno”, analizó en diálogo con Política&Medios Guillermo Mastrini, profesor titular de la Cátedra de Políticas y Planificación en la Comunicación de la licenciatura en Comunicación Social de la UBA.

Sin embargo, Mastrini opinó que “la población también ha percibido esto y hay una cierta discusión social sobre los medios y cómo operan en la sociedad. Por ejemplo, con una activa participación en los foros de discusión de la ley. Me parece que se ha perdido cierta ingenuidad con respecto a los medios”.

En este contexto aparece el rol del Grupo Clarín y su injerencia en la política local. El diario nació vinculado al Desarrollismo, incluso el CEO del multimedio, Héctor Magnetto, llegó al diario por sugerencia de (Rogelio) Frigerio, funcionario de Arturo Frondizi.

“El diario tiene una clara concepción desde sus inicios de un vínculo con un sector político. Siempre ha tenido una particular vocación de acordar con los gobierno, sean del tipo que fueran. Esto implicó una fuerte tarea de lobby, algo que ha variado en los últimos dos años. Pero también con el gobierno de Kirchner tuvo excelentes relaciones”, recordó Mastrini.

Según contó a P&M Néstor Picone, director de contenidos de la Subsecretaria de Medios, “a partir de la dictadura, Clarín se convierte en un gran grupo económico mediático y trata de condicionar a los gobiernos. Es un monopolio, porque en la dictadura se hizo de Papel Prensa, después (en el menemismo) de Canal 13, ahora La Razón, DyN y 250 señales de cable. No es equitativa la distribución de la comunicación. Es monopólica. Y esto pone en riesgo la democracia. Pero no sólo al oficialismo, sino a todos los partidos políticos”.

“Desde la democracia, Clarín apoyó a (Raúl) Alfonsín en la primera etapa y después lo destruyó. Lo mismo sucedió hasta en el gobierno de (Carlos) Menem, en la primera etapa, cuando le dio canal 13, en agradecimiento por un par de años, jugó para él, pero Clarín juega para Clarín. Para la destrucción de la política y que dependan de los medios para gobernar”, recordó Picone.

El candidato elegido por el Grupo para confrontar al gobierno parece haber sido Francisco de Narváez. El empresario, que es dueño del canal América y del diario El Cronista Comercial, fue el invitado central en todos los programas políticos de TN, lo que provocó la salida de afiches con las consignas “Todo Negativo, Todo Narváez” y “De Narváez compró Clarín”.

“No tengo elementos para afirmar que hicieron una campaña a favor de De Narváez, pero si que hicieron campaña en contra del gobierno. No sólo por la cantidad de presencias, sino por el modo en que son entrevistados los que van. De alguna manera esto pasa a ser como una advertencia de lo que implica enfrentarse con el Grupo a nivel de información. ‘Miren que si se pelean conmigo, pasa esto’”, sostuvo Mastrini.

Picone, por su parte, fue contundente: “No se si hay un acuerdo, pero Clarín puso a De Narváez a la cabeza de la herramienta política para deteriorar y esmerilar al gobierno. Es el más débil de todos, porque no tiene partido, ni referencia política, es un producto, pero es el más fácil de manejar. Es un personaje menor de la política, y si los medios fueran democráticos, no podría jugar ni a la bolita”, aseguró.

Libertad de expresión. Las denuncias por censura y presiones hacia la libertad de prensa por parte de asociaciones de medios han sido frecuentes en los gobiernos de Kirchner y Cristina Fernández.

Sin embargo, nada de eso sucedió ante el corte de la transmisión que sufrió el programa Tres Poderes, que se emite por América, cuando los tres conductores (Reynaldo Sietecase, Maximiliano Montenegro y Gerardo Rozin) hacían una crítica al dueño del canal, Francisco De Narváez.

“Se discute los ataques del Estado a la libertad de expresión pero se discute poco los ataques de los medios a la libertad de expresión y no siempre los del gobierno son los que tiene más efecto, porque siempre frente al gobierno hay una oposición que se encarga de darle fuerza y relevancia, en cambio los medios no tienen oposición”, analizó Mastrini.

También recordó un famoso caso de censura por parte de los medios. “El senador entrerriano Ricardo Laferrier, en el retorno a la democracia tuvo la idea de proponer el derecho a réplica y eso llevó a que no lo mencionaran en ningún periódico de Argentina”, recordó.

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