La presidenta Cristina Fernández de Kirchner respondió ayer a las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, sobre la soberanía de las islas y aseguró que “el colonialismo es algo antiguo además de injusto”. “Quiero decirle en nombre de todos los argentinos que nunca creímos en los puntos finales, de los derechos humanos ni mucho menos de los derechos soberanos”, aseguró.
“La Cancillería definió (los dichos del premier británico) como un gesto de arrogancia, yo los defino como de mediocridad y de estupidez”, aseveró Cristina al encabezar un acto en la localidad de Posadas.
Además, la Presidenta consideró que “sólo la mediocridad y la arrogancia hacen creer que se puede poner el punto final a una historia” y aseguró que seguirá “incansablemente reclamando no sólo esa soberanía sino que se sienten a dialogar y negociar como lo marca la resolución de Naciones Unidas”.
“Vamos a hacerlo en cada uno de los foros”, enfatizó y calificó a Gran Bretaña como una “potencia colonial en decadencia”, además de definir al colonialismo como “algo antiguo e injusto”.
Desde Misiones, en un acto de inauguración de obras públicas, la Presidenta replicó así a Cameron, quien ayer en una sesión de control del Parlamento respondió una consulta de un legislador sobre Malvinas y desestimó sentarse a negociar por el tema.
Cameron había señalado que mientras los malvinenses quieran seguir siendo parte de Gran Bretaña, lo serán, según difundió la agencia Ansa.
El primer ministro inglés formuló esos dichos tras un nuevo reclamo de Cristina para que Gran Bretaña acate la resolución de la ONU y se siente a negociar, en oportunidad de la visita del secretario general de ese organismo, Ban Ki-moon, a Buenos Aires el lunes pasado.
La Presidenta había afirmado el lunes que Londres debe entablar conversaciones por las Malvinas en concordancia con la resolución 2065 de la ONU, y sostuvo que "los países que se presentan ante el mundo como civilizadores son los que deben dar el ejemplo".
El miércoles por la noche, la Cancillería expresó a través de un comunicado que la Argentina “deplora” las declaraciones de Cameron, y las consideró “un lamentable acto de arrogancia”.
“El Reino Unido se adjudica la autoridad de poner `fin a la historia` referida a una disputa de soberanía, reconocida por las Naciones Unidas y aún pendiente de solución", remarcó.
"Esta postura se suma al permanente desprecio del gobierno británico al reiterado mandato de las Naciones Unidas y a los múltiples llamados de la comunidad internacional, instando a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones a fin de alcanzar una solución a la disputa de soberanía concerniente a la Cuestión Malvinas", señaló la Cancillería.
Además, la Presidenta consideró que “sólo la mediocridad y la arrogancia hacen creer que se puede poner el punto final a una historia” y aseguró que seguirá “incansablemente reclamando no sólo esa soberanía sino que se sienten a dialogar y negociar como lo marca la resolución de Naciones Unidas”.
“Vamos a hacerlo en cada uno de los foros”, enfatizó y calificó a Gran Bretaña como una “potencia colonial en decadencia”, además de definir al colonialismo como “algo antiguo e injusto”.
Desde Misiones, en un acto de inauguración de obras públicas, la Presidenta replicó así a Cameron, quien ayer en una sesión de control del Parlamento respondió una consulta de un legislador sobre Malvinas y desestimó sentarse a negociar por el tema.
Cameron había señalado que mientras los malvinenses quieran seguir siendo parte de Gran Bretaña, lo serán, según difundió la agencia Ansa.
El primer ministro inglés formuló esos dichos tras un nuevo reclamo de Cristina para que Gran Bretaña acate la resolución de la ONU y se siente a negociar, en oportunidad de la visita del secretario general de ese organismo, Ban Ki-moon, a Buenos Aires el lunes pasado.
La Presidenta había afirmado el lunes que Londres debe entablar conversaciones por las Malvinas en concordancia con la resolución 2065 de la ONU, y sostuvo que "los países que se presentan ante el mundo como civilizadores son los que deben dar el ejemplo".
El miércoles por la noche, la Cancillería expresó a través de un comunicado que la Argentina “deplora” las declaraciones de Cameron, y las consideró “un lamentable acto de arrogancia”.
“El Reino Unido se adjudica la autoridad de poner `fin a la historia` referida a una disputa de soberanía, reconocida por las Naciones Unidas y aún pendiente de solución", remarcó.
"Esta postura se suma al permanente desprecio del gobierno británico al reiterado mandato de las Naciones Unidas y a los múltiples llamados de la comunidad internacional, instando a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones a fin de alcanzar una solución a la disputa de soberanía concerniente a la Cuestión Malvinas", señaló la Cancillería.
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