domingo, 6 de marzo de 2011

Hastá dónde el efecto arrastre de Cristina llegará a las provincias


Con el triunfo asegurado en Salta, el oficialismo puede quedarse con Tierra del Fuego. Otra apuesta: recuperar las bancas perdidas en 2009.

Con esa cosa inevitable de épica mediática e histórica, y más tratándose de los tiempos kirchneristas, la lupa de los medios de comunicación sobre el proceso electoral inminente está puesta en los buenos números que tiene Cristina Kirchner, en su intención de voto y nivel de imagen, y si un eventual triunfo suyo se producirá en primera o segunda vuelta. Pero la cercanía de los comicios en varios distritos (de acá a junio próximo Catamarca, Chubut, Salta, Tierra del Fuego y acaso la Ciudad de Buenos Aires) permite también proyectar dos asuntos básicos. El primero: hasta dónde el “efecto arrastre” de la buena imagen presidencial se trasladará a los muy diversos escenarios locales. El segundo: se pueden ir pispeando las barajas para saber hasta dónde ese más que verosímil triunfo electoral aparecerá fortalecido por la construcción de un mapa parlamentario en el que el kichnerismo recupere parte de la representación perdida en 2009. En Santa Fe, por ejemplo (37 por ciento de intención de voto para Cristina, según la consultora de Julio Aurelio), la gente de Agustín Rossi confía en “meter” cinco diputados, como para volver a ganar dos de las bancas perdidas.
Según la última encuesta de Ricardo Rouvier (1200 casos en todo el país), hoy la imagen positiva de Cristina Fernández llega al 65,2 por ciento nacional. La intención de votos positivos con proyección de indecisos es del 43,3 por ciento ante posibles adversarios como Ricardo Alfonsín (15,6%), Eduardo Duhalde (13,4%), Mauricio Macri (12,8%), Pino Solanas (8,2%) y Elisa Carrió (4,7%). Esa intención sube al 44,3 por ciento en un escenario sin Alfonsín pero con Macri (14,2%), Duhalde (13%), Cobos (11,6%), Solanas (9,8%) y Carrió (5,3%). Prácticamente no existe distrito en el que los candidatos ligados al oficialismo no confíen en obtener aunque sea una parte del arrastre de Cristina. Pero, además del desdoblamiento de los comicios en locales y nacionales, las realidades son tan diversas como la de Chubut (donde Mario Das Neves muestra una excelente imagen e intención de voto para sus sucesores), Catamarca (donde el kirchnerismo está dando una batalla interesante), Tierra del Fuego (podría llevarse la gobernación) y Salta (en la que gana seguro).
Cuando finalice la ronda, el Congreso renovará 129 diputados y 24 senadores. En las elecciones generales de octubre, la Cámara baja pondrá en juego la mitad de sus bancas, mientras que la Cámara alta recambiará el tercio de sus legisladores. Los comicios serán clave para algunos partidos que tienen bancadas poco numerosas. Es el caso de la Coalición Cívica, el Pro y de varios monobloques que podrían desaparecer o quedar al borde de la extinción. Algunos suelen actuar como bisagras entre el oficialismo y la oposición. Otros son netamente opositores. De realizar una muy buena elección en los diferentes distritos, el kirchnerismo podría recuperar parte del poder parlamentario perdido en el recambio legislativo de 2009. Salta renueva cuatro diputados, contra los tres de Chubut y Tierra del Fuego, y los dos de Catamarca. Y tratándose de peronismo no sería de extrañar que ciertos “compañeros” perdidos en el camino desde 2008 vuelvan al redil, aunque no se trate seguramente de kirchneristas de paladar negro.
Esa vuelta no necesariamente prolija es la que acaba de producirse llamativamente en Catamarca, la primera provincia en la que este 13 de marzo habrá elecciones. Allí el Consejo Provincial del Partido Justicialista decidió hace días el retiro de la lista de candidatos que presentó en la Justicia Electoral, lo que implica salir a sumar votos para la candidata kirchnerista Lucía Corpacci, ex vicegobernadora de Leopoldo Brizuela del Moral hasta que rompió con él en 2009 y se reintegró al Frente para la Victoria, donde activó desde el inicio. El pejotismo catamarqueño tomó la decisión a medida que se fueron acumulando bajas en sus filas. El miércoles pasado, el gobernador anunció una convocatoria urgida a extraordinarias para tratar la aplicación del 82 por ciento móvil, una posible señal de su preocupación. La respuesta de su ahora rival Corpacci fue pícara: “Debería haber elecciones con más frecuencia”. El Frente Cívico y Social (FCyS), dominado por el radicalismo, aspira a llegar al cuarto de siglo en el poder.
Corpacci dijo en estos días que sólo la separan ocho puntos de su rival del Frente Cívico y Social. Para acortar esa distancia, es que Cristina apostó poniendo no sólo su imagen positiva a nivel local (77 por ciento según una encuesta de MB Consultora citada por el El Ancasti), sino el cuerpo en la provincia: hace pocos días hizo su tercera visita al distrito a golpe de políticas e inauguración de obras. Hasta principios de febrero las encuestas hablaban de un alto porcentaje de indecisos (el 40,2 por ciento), lo que podría favorecer al kirchnerismo. Otros dos puntos que podrían favorecer a Corpacci: ya no están en carrera seudocaudillos temibles como Luis Barrionuevo (en 2003 obligó a suspender la elección incendiando urnas) ni Ramón Saadi, mientras que el FCyS se presenta con un importante grado de enfrentamiento con el Gobierno nacional, generoso a la hora de llevar sus políticas de desarrollo al distrito. Fue en la última visita a Catamarca que Cristina lanzó una frase que llamó la atención y que parece apuntar a la necesidad de abrir los tejidos de representación social: “Les pido que me ayuden, que me sigan acompañando, porque sola no puedo”.

Al sur de la cosa. En Chubut (las elecciones se harán el 20 de marzo), aun con una excelente imagen presidencial, la cosa es distinta. Una encuesta realizada hace algunos días para el oficialismo provincial indica que los candidatos a la gobernación, Mario Das Neves, Martín Buzzi y Gustavo Mac Karthy, tienen una ventaja de más de 20 puntos en intención de voto contra su competidor kirchnerista, el intendente de Puerto Madryn, Carlos Eliceche (otras encuestas hablan de un panorama distinto, ver recuadro). La gestión de Das Neves tiene un nivel de aceptación muy alto. Si es a escala presidencial, el que cayó en picada es Julio Cobos y Ricardo Alfonsín no consigue despegar. La fórmula radical para la gobernación (Pedro Peralta-Raúl Barneche) sólo obtendría el 8,3 por ciento de los votos. Ni el ARI ni el Pach tienen posibilidades importantes de crecer: ninguna de sus fórmulas llega al 2 por ciento en intención de voto. Un dato importante: el porcentaje de indecisos creció del 13 por ciento en agosto del 2010 al 25,2 en febrero último. De ganar buena parte de esos indecisos, el kichnerismo podría hacer una elección a gobernador más que buena. En Chubut la elección a gobernador tampoco es simultánea. El efecto arrastre puede que sea menor en una provincia en la que la imagen positiva de Cristina es del 77,1%, según Rouvier, 67,3%, de acuerdo con CEOP, y 72% para Aresco.
Hay un dato llamativo en la provincia y es que el imaginario de la gestión de Das Neves no es muy distinto a las gestiones de Kichner en Santa Cruz ni al ciclo kirchnerista a nivel nacional: mucha presencia estatal, mucha obra pública hecha, ya sea con recursos provinciales o nacionales, y, por supuesto, la buena platita que otorgan las regalías petroleras, más los ingresos del turismo. Como sea, la decisión del gobernador Mario Das Neves de enfrentar al gobierno nacional provocó que el kirchnerismo replicara la movida a nivel provincial. Martín Buzzi, un ex radical que actualmente es intendente de Comodoro Rivadavia, es el delfín elegido por Das Neves. En la presidencial, más de un encuestador se juega por un triunfo de Cristina sobre Das Neves en la tierra misma del chubutense.

Al sur del sur. A diferencia de Chubut o Salta, donde las proyecciones prevén pocas sorpresas en cuanto al resultado definitivo, la situación en Tierra del Fuego es atractiva por el final de bandera verde que puede haber y por los procesos de transformación política y económica que vivió el antiguo territorio nacional en los últimos años. Primer hecho llamativo que no siempre han subrayado los medios: Fabiana Ríos, gobernadora de Tierra del Fuego, formó parte hasta hace unos años del ARI, si bien conservando sus propios valores y su perfil. El hecho de que la fuerza política que lideró el mayor éxito electoral del ARI haya debido distanciarse de Carrió habla de las capacidades destructivas de su líder nacional. Segundo asunto: casi de entrada, Fabiana Ríos sintonizó con el ciclo kirchnerista. Tercero: en alguna medida, merced a esa buena sintonía, fue que Tierra del Fuego recuperó su poderío industrial perdido en los 90 y fortalecido con el proceso de instalación de nuevos sectores electrónicos e informáticos. Cuarto: si al kirchnerismo le pudiera bastar para sentirse satisfecho con que ganara la gobernadora, los últimos trabajos de opinión pública muestran que la candidata aparentemente ungida por Cristina –Rosana Bertone, actual diputada nacional– tiene posibilidades serias de quedarse con la gobernación.
Según una encuesta reciente, realizada por una consultara cercana al gobierno nacional, la gestión de la gobernadora Fabiana Ríos tiene una evaluación que va de regular a lo negativo, pero conserva un 40 por ciento de calificación positiva, que no es poca cosa. Esto implica que la gobernadora podría modificar los números a su favor. Sin embargo, Fabiana Ríos aparece en tercer lugar en la intención de voto para su posible reelección y hoy quedaría fuera de una posibilidad de ballottage. La intención de voto a gobernador la lidera Rosana Bertone, pero –aclara la consultora que hizo el trabajo– el margen de error de la muestra es de más/menos 5 puntos. Acaso la mención que le dedicó Cristina Kirchner en su discurso de apertura de las legislativas le acerque algún puntito.
En caso de ballottage entre Bertone y el dirigente del Movimiento Popular Fueguino, Jorge Garramuño (que seguramente se presentará en alianza con el radicalismo), la diputada nacional del FPV obtendría una ventaja de seis puntos que se explica por la gran diferencia a favor que tiene en Río Grande. Si la segunda vuelta se diera entre Bertone y Ríos, la gobernadora crecería, pero mucho más lo haría la diputada, hasta obtener “una diferencia de alrededor de 20 puntos”. La gobernadora perdería también en un hipotético escenario contra Garramuño.

Salta, sin suspenso. En la provincia de Salta las elecciones se realizarán el 10 de abril y allí el gobernador Juan Manuel Urtubey va –alineado con la figura presidencial pese a algún que otro gesto díscolo– por un nuevo mandato. En la vereda de enfrente tendrá, entre otros, al hombre de la campera amarilla: Alfredo Olmedo. El referente del Pro parece atravesar un rápido proceso de degradación y devaluación: de sus gestos homofóbicos al trabajo esclavo y de allí a la foto contrabandeada con Messi en Ezeiza, que se convirtió en afiche electoral hasta que la familia del goleador del Barça lo amenazó con un juicio harto temible.
El caso de Salta es particular. Fue la primera provincia en realizar internas abiertas y simultáneas, aunque no obligatorias. El Partido Justicialista, el Partido Renovador y la Unión Cívica Radical definieron ya sus candidatos a senadores y diputados provinciales, intendentes y concejales. No hubo sorpresas. Hacia dentro del PJ, el gran ganador fue Miguel Isa, quien con el apoyo de Urtubey se posicionó para revalidar en la intendencia de la capital provincial. El 10 de abril se elegirán gobernador, vice, intendentes y concejales.
En Salta, con menor resonancia y escala, se da un cierto paralelismo con lo que sucede con la provincia de Buenos Aires. A fines del año pasado, al visitar la provincia, Martín Sabbatella criticó en simultáneo a los gobernadores Daniel Scioli y a Juan Manuel Urtubey. Los incluyó en una misma sentencia: “Contrastan con la mirada transformadora” de Cristina Fernández.
Según una encuesta de DDN publicada en El Intransigente.com, la intención de voto para gobernador de Urtubey ya roza los 44 puntos. Lejos, le siguen el 11,44 por ciento de Olmedo y el 10,10% de Walter Wayar (un peronista romerista). Más lejos aún el 2,23% de Claudio Del Plá (del PO), 1,34%, Carlos Morello (Proyecto Sur) y el radicalismo. La poderosa corriente de los No sabe / No contesta se sostiene en un interesante 29,2 por ciento.

*Con informes de Gabriel Bencivengo.

• LOS NÚMEROS DE AURELIO
La última encuesta, realizada en el mes de febrero, de la consultora Aresco, dirigida por Julio Aurelio, tiene una rasgo singular: proyecta los indecisos, que de hecho son muy pocos, 7,5 por ciento, según el estudio, cuando todavía faltan 8 meses para las elecciones.
El sondeo da como ganadora a Crsitina Fernández en primera vuelta con una contundencia mayor a la que tuvo en 2007, cuando llegó a la presidencia con el 47 por ciento. Según el sondeo de Aurelio, la Presidenta cosecharía el 51. 5 por ciento de intención de voto. Le siguen Mauricio Macri con 14; Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde con 11.9 y 11.7 respectivamente . Bastante más atrás vienen Fernando Pino Solanas con 6 por ciento y Elisa Carrió con 4.

En la provincia. El mismo sondeo mide la intención de voto a gobernador de la provincia de Buenos Aires. El dato más llamativo es el respaldo que recibe Martín Sabbatella. El ex intendente de Morón aparece tercero, con 11 por ciento de intención de voto. En la elección de 2009, cuando se presentó como candidato a diputado, Sabbatella obtuvo el 6 por ciento en toda la provincia. Es decir que arranca esta campaña electoral casi con el doble de respaldo que en el último turno electoral.
El primer lugar en la provincia figura el gobernador, Daniel Scioli, que cosecha 37.6 por ciento de intención de voto. Lo sigue bastante más abajo Francisco De Nárváez, que mide 22 puntos.
La encuesta se basó en 3288 casos en todo el país y contempla un margen de error de 1, 7 por ciento.

• CHUBUT SE PONE INTERESANTE
Según un relevamiento realizado en Chubut a mediados de febrero por la consultora MB2, sobre una muestra de 400 personas, Cristina Fernández estaría liderando la intención de voto a presidente con una ventaja mínima sobre Mario Das Neves. En tercer lugar se acomodan los indecisos, mientras que Ricardo Alfonsín y Mauricio Macri ocupan el cuarto y quinto lugar. Cómodos en el pelotón final aparecen Elisa Carrió y Pino Solanas.
Según la consultora, Cristina de Kirchner aparece al tope con el 30 por ciento de los votos, contra el 28 por ciento de Das Neves. Tras el 9 por ciento de indecisos, siguen Ricardo Alfonsín con un 8 por ciento, Mauricio Macri con el 7, Pino con el 5 y Carrió con el 4 por ciento. Según la misma encuestadora, el candidato a gobernador kirchnerista, Carlos Eliceche, con el 31 por ciento en la intención de voto, le saca una ventaja de siete puntos a Martín Buzzi.

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